Seguro que tiene buenos recuerdos del día en que bautizo a su hijo, o del que tomo la comunión, o el de su boda. Todo fue perfecto y se lucieron esas prendas que con tanto esfuerzo y cariño se habían elegido. Estabais impresionantes en vuestros vestido ¡a que sí!.
Hace tiempo de ello, y los años pasan volando. Ahora quiere que su hija, nieto, o una amiga vuelvan a utilizar esa prenda que tan celosamente teniamos guardada, y que tan feliz nos hizo.
Pero en lugar de encontrar un precioso vestido blanco, comprueba que la prenda se ha vuelto de un color amarillento.
Usted recuerda como era el vestido y sabe con certeza que lo habia guardado limpio y en perfectas condiciones, así que, ¿Por qué esta en este estado?
1. Se lavo de forma incorrecta
Muchos vestidos han sido tratados con blanqueadores ópticos con el objetivo de lograr un blanco espectacular. Una limpieza indebida, mitiga o elimina ese acabado, perdiendo gran parte del maravilloso aspecto de nuevo. Con los productos adecuados se hubiese evitado en gran medida esa pedida de blancura.
2. No lo limpio tras su uso
Prendas tan delicadas como estas, y que en la gran mayoría de las veces han sido concebidas para ser utilizadas una sola vez, han de ser limpiadas con mucha precaución tras su uso. La suciedad, las manchas de bebida y grasa, el barro, un vómito, etc , son agentes que van actuando sobre los tejidos y sus acabados, provocando con el tiempo daños y amarilleamimientos en muchos de los casos irreversibles. Un servicio profesional le ayudara en la conservación de su prenda o vestido.
3. Se envolvió en plástico
Las bolsas de plástico son buenas para llevar cosas. Mantienen el agua lejos de su ropa pues son impermeables, asegurando que
sus prendas permanezcan secas.
Sin embargo, nunca se debe utilizar el plástico como una solución de almacenamiento a largo plazo. Muchos plásticos producen vapores que a menudo conducen al amarillamiento.
Para mantener su vestido en buen estado, cúbralo en papel de seda libre de ácidos, colóquelo en una caja también libre de ácidos, y almacénelo en un lugar seco. Si la humedad penetrase en la caja, debe traerlo a la tintorería para evitar la formación de moho.
4. Usted dejó su vestido expuesto a la luz
Usted bien por mostrar el vestido a los amigos, o simplemente para su propio disfrute, puso el vestido en un maniquí cercano a una fuente de luz o ventana, y lo dejo allí durante un tiempo.
Desgraciadamente los tejidos no poseen ese color blanco de forma natural. Para lograr ese aspecto inmaculadamente blanco, los fabricantes utilizan blanqueantes ópticos en la fabricación de sus tejidos. Cuando se expone a los rayos UV, los enlaces químicos de los blanqueantes se descomponen y se desvanecen, dejándolo con un color amarillento, crema o de color blanco roto.
Si usted quiere que su prenda perdure, mantenga su vestido lejos de la luz solar directa.
5. ¿Ha fumado cerca de su vestido?
El humo tiene una manera muy particular de actuar en las telas mucho después de se exponga a él. De hecho, los estudios muestran que los productos químicos como la nicotina pueden permanecer en las superficies de los tejidos durante días e incluso semanas. Estos productos químicos reaccionan con las fibras oxidando el material y dejando manchas amarillentas.
Si usted o algún miembro de su familia fuma, o ha habído algún incendio en la cocina de su casa, debería llevar inmediatamente a limpiar su vestido a la tintorería para eliminar las partículas nocivas.
6. Lavo su prenda junto con otras que no eran blancas
Olvídate de aprovechar la lavadora que vas a poner para introducir algún elemento del color que sea. No. No es no.
7. Olvidase de la lejía y lave en agua fría
Deja la lejía para otros menesteres, acaba quemando los tejidos y es uno de los causantes de que se vuelvan amarillentas. Si el agua es dura en tu zona, añada alguno de nuestros blanqueadores oxigenados.