Tras la prohibición de fumar en los locales públicos, las prendas por lo general huelen menos a humo ya que era en los locales pequeños y lleno de fumadores en donde los tejidos realizaban una función absorbente similar a la de los filtros quedando la ropa impregnada con un fuerte y desagradable olor a tabaco. Con la actual ley esto en parte se ha mejorado, pero siguen existiendo espacios en donde se puede fumar (el coche, la casa, etc.) y en donde el problema de olores a tabaco persiste.
Tengan presente los fumadores que su capacidad olfativa esta muy disminuida a causa del vicio de fumar, y se lo dice alguien que ha sido un fumador empedernido y es ahora que ya no fumo cuando alcanzo realmente a comprender lo que puede llegar a molestar el olor a tabaco si uno no ha sido 
fumador nunca. Tengamos presente que la ropa de un fumador huele mucho y mal, aunque el propio fumador no lo perciba, y que se hara necesario tratarla de forma adecuada para disminuir ese desagradable olor a tabaco.
fumador nunca. Tengamos presente que la ropa de un fumador huele mucho y mal, aunque el propio fumador no lo perciba, y que se hara necesario tratarla de forma adecuada para disminuir ese desagradable olor a tabaco.Soluciones:
1.- Si el olor a tabaco es leve, lo primero que habría que hacer para solucionar esto es colgar las prendas en un lugar bien ventilado.
2.- Para olores mas persistentes, con independencia de que aireemos o no las prendas, seria conveniente que tratase la ropa con neutralizadores de olores en spray. Ambos con su suave perfume, devolverán a sus prendas ese fresco y agradable olor a limpio.
3.-Si nos trae la prenda a la TINTORERIA seguro que le podremos ofrecer variadas soluciones profesionales para eliminar el olor a humo del tabaco. Desde el lavado en seco, pasando por tratamientos con ozono, a lavados con tensoactivos que eliminan esa película grasa que se deposita sobre los tejidos.
Las prendas impregnadas de esta manera han de ser lavadas regularmente pues además del olor ya mencionado aparecen zonas amarillentas que emborronan los colores perdiendo el atractivo la prenda. Cuando exista la posibilidad de mojar la prenda, el perborato o lejía (si la admite), podrán solucionar alguno de estos problemas gracias a la acción oxidante de estos productos.